Hacia otro paradigma de civilidad !!!!!
"sólo después de que el último río haya sido destruído, sólo entonces nos daremos cuenta de que el oro no se puede beber" (Profecía Tribu Cree, Norteamérica)

Ennio Morricone - Rivers

23 mar 2009

texto tomado de la Naciñon - Domingo 22

Villano invitado

Agüita bendita que caes del cielo

Es una total ceguera política y social permitir que, en medio de esta realidad marcada por la creciente escasez hídrica mundial, el dominio de nuestros ríos esté en manos de empresas extranjeras, que no tienen apego a nuestro territorio y patrimonio.

Casi dos tercios de nuestro cuerpo es agua. Nuestro plasma sanguíneo es 90% agua. Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas de agua.

Toda la biosfera, incluida la humanidad, es fundamentalmente agua, y, por lo tanto, la necesita en abundancia para seguir existiendo. A pesar de todo esto, nuestro amor y sabiduría respecto del agua no abundan y, en consecuencia, este vital recurso parece estar acabándose.
Existe consenso mundial de que el problema no es de escasez real, es decir, no es que el agua esté desapareciendo; esto no puede suceder, dada la característica de sistema cerrado de nuestro planeta.

Somos los seres humanos quienes estamos inutilizándola y haciéndola inaccesible, tanto para muchos ecosistemas como para nosotros mismos. Una paradoja.

Así ocurre con el impacto en los recursos hídricos del calentamiento global, que la humanidad está provocando: el aumento de la temperatura mundial, el derretimiento acelerado de los polos y de los glaciares, y la intensa alteración de los ciclos hidrológicos, por mencionar algunos.
Una reciente investigación realizada por la Dirección General de Aguas sobre el estado de los glaciares chilenos demostró que el 92% de éstos está en rápido retroceso. El glaciar Echaurren, que abastece a la Región Metropolitana, podría desaparecer en el próximo medio siglo.
No le hemos tomado el peso al hecho de que, si un glaciar desaparece, lo hará para siempre, al menos en términos de esta era. Y estamos lejos de haber comenzado a implementar las medidas adecuadas para enfrentar esta situación.

Hay avances, pero son demasiado lentos y no están a la altura de la crisis hídrica y ambiental que vive el planeta. Es primordial desarrollar una política de restauración de nuestros bosques nativos, ya que éstos son un órgano fundamental de los ciclos hidrológicos.
Nuestra sociedad debe comprender que el país necesita un plan de ordenamiento territorial a nivel nacional, relacionado con un manejo de cuencas hidrográficas que garantice la restauración, protección y conservación de éstas, así como de los ecosistemas fluviales y de los recursos hídricos.

Hasta hoy, en Chile hemos despedazado nuestros ríos, empezando con sus cauces, con la explotación descontrolada de áridos, como si los ecosistemas ribereños o riparianos no fuesen parte fundamental de los ecosistemas fluviales; construyendo indiscriminadamente sobre los humedales con la misma falta de sabiduría ecológica; o construyendo embalses de riego o hidroeléctricos diseñados con escasas consideraciones ecológicas.

Es relevante aclarar que, actualmente, gigantes corporativos trasnacionales, tales como Endesa-España y ENEL, de Italia, monopolizan los derechos de agua no-consuntivos de Chile, producto de oscuras gestiones realizadas durante la dictadura y normativas heredadas del mismo período (como la Constitución de 1980, el Código de Aguas de 1981, cuyas respectivas modificaciones no cambiaron el statu quo, y la ley eléctrica de 1982), que conceden a privados el dominio de nuestros ríos y cuencas.

Es una total ceguera política y social permitir que, en medio de esta realidad marcada por la creciente escasez hídrica mundial, el dominio de nuestros ríos esté en manos de empresas extranjeras, que no tienen apego a nuestro territorio y patrimonio.

Debemos tomar conciencia urgente, y ponernos en acción para que nuestros recursos vitales vuelvan a ser nuestros y para que nuestro país enmiende el rumbo hacia la real sustentabilidad social, ambiental, económica, cultural y espiritual. Hoy se celebra el Día Mundial del Agua y empezar todos los días bendiciendo nuestra agüita que cae del cielo podría ser un buen comienzo.

* Director de la ONG Ecosistemas (www.ecosistemas.cl).

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