“Ten cuidado…
y no vayas a olvidarte
de aquello que tus ojos han visto…
enseñaselo a tus hijos y a los
hijos de tus hijos”
(Deuteronomio 4,9)
Todo nuestro cariño a quien reciba esta carta y la lea:
Somos Manuel y Luisa, los padres de Eduardo y Rafael Vergara Toledo, asesinados por la policía uniformada y la CNI, cumpliendo órdenes expresas de su jefe directo el siniestro tirano Pinochet el 29 de marzo de 1985. Les recordamos que ese mismo día de marzo fueron asesinadas seis personas, tres del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y tres del Partido Comunista. Bueno es recordar también que durante el año 1985, fueron 53 jóvenes a los que les quitaron la vida, en una espiral de violencia del régimen militar, que a toda costa quería seguir en el poder.
Queremos contarles que nosotros estamos de pie, a pesar del dolor que nunca se irá de nuestros corazones, y seguimos participando, con un muy bajo perfil debido a las secuelas físicas que hemos sufrido estos últimos años, en lo que son algunas organizaciones del pueblo, pero podemos decir con tranquilidad que hemos enseñado todo lo que hemos visto y oído a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos…que son el pueblo al que pertenecemos.
Respecto del avance jurídico del caso por asesinato calificado de Eduardo y Rafael no es mucho lo que podemos contarles, salvo decirles que el juez Sr. Carlos Gajardo se ha tomado todo el tiempo del mundo (4 años) para dictar sentencia en contra de los asesinos que viven su vida libres y sin sobresaltos, y que nosotros esperamos que esta demora signifique que va a ser una sentencia ejemplarizadora, y tomando las palabras del soberbio Sr. Vidal pedimos que ojalá “los sequen en la cárcel”.
Pero, más allá de esta sentencia, la justicia que a nosotros nos llena de gozo el corazón y que nos ha mantenido vivos y todavía en nuestro sano juicio, es el cariño de todos y cada uno de ustedes que siempre nos han acompañado, que rezan por nosotros, que nos llaman para saber cómo estamos, que nos vienen a ver a nuestro hogar que se ha vuelto a llenar de voces de jóvenes, adultos y niños, de risas y de canto, también de dolor a veces y de discusiones otras veces. Pero es como cuando estaban ellos presentes, un hogar lleno de vida, de utopías, de canciones, de risas y también, como les gustaba a ellos, siempre hay algo para comer y un traguito para tomar… un hogar hermoso…donde no hay soledad…
También nos reconforta el compromiso permanente que muchos jóvenes siguen teniendo ahora y durante todos estos años de seudo democracia que hemos vivido, haciendo un trabajo de hormiga, cansador, desilusionante a veces por la apatía en que está sumergida gran parte del pueblo por deudas, por falta de interés, por flojera mental, por cansancio, por tener horarios de trabajo extenuantes. Un trabajo difícil también para ellos, porque hasta los espacios que antes se ocupaban ahora se están negando, sobre todo poniéndole trabas al trabajo de los jóvenes y niños, en una actitud de pequeños poderes, de estrechez de mente, de falta de una visión política amplia, de miedo… todavía. Pero ellos, los comprometidos, los benditos de este mundo, siguen porfiando y porfiando, tratando de abrir espacios para rescatar a los niños y jóvenes de las garras de la droga y de la delincuencia y eso, para nosotros es la mejor muestra de JUSTICIA que podemos tener. La mejor muestra de que nuestros hijos y todos los caídos no han sido olvidados, y que sus ideales de una sociedad fraterna, de iguales, por la que lucharon hasta dar la vida, continúa en muchas mentes y en muchos esfuerzos cotidianos y anónimos que se hacen en todo Chile con los más pobres de los pobres.
También nos hacen justicia todas las manifestaciones de trabajadores, de jóvenes estudiantes, la lucha de los mapuches, toda la lucha del pequeño resto del pueblo pobre que continúa a pesar de las amenazas del gobierno, a pesar del Estado policial en que vivimos y del “ESTADO DE DERECHO” que es un conjunto de leyes y normas jurídicas que regulan las relaciones entre personas y grupos de la sociedad. Pero, en la práctica, para los pobres significa más represión cada vez que salen a la calle a reclamar sus derechos y para los ricos y poderosos significa protegerles sus intereses.
Amigos y amigas, compañeros y compañeras, los invitamos una vez más a acompañarnos en los actos de conmemoración de Eduardo y Rafael y de todos los caídos en la lucha contra la dictadura y los caídos durante los gobiernos de la Concertación, que ya suman más de 60 personas, en su mayoría jóvenes. Les pedimos que nos acompañen, a pesar de la campaña de terror que ya ha empezado el gobierno en contra de nosotros.
Los actos serán muy hermosos y participarán niños, jóvenes, adultos y viejos y se realizarán aquí en la Villa Francia, en este maravilloso espacio que es reducto de fuerza y de lucha permanente contra el sistema que nos aplasta y nos mata. También saludamos a todos y todas las compañeras y hermanos que en distintos lugares de nuestro país levantan las banderas del Día del Joven Combatiente como propias.
Eduardo, amado soñador de utopías, no estás muerto, estás vivo en nuestros corazones.
Rafael, maravilloso niño rebelde y luchador, no estás muerto, estás vivo en nuestros corazones.
Pablo, nuestro querido Pablo, tu sabiduría nos ha ayudado a sobrevivir, tus padres te admiran y respetan siempre y tu sonrisa franca nos anima a seguir, aunque a veces el cansancio y el dolor superan nuestras fuerzas.
Luisa y Manuel
29 de Marzo de 2008
y no vayas a olvidarte
de aquello que tus ojos han visto…
enseñaselo a tus hijos y a los
hijos de tus hijos”
(Deuteronomio 4,9)
Todo nuestro cariño a quien reciba esta carta y la lea:
Somos Manuel y Luisa, los padres de Eduardo y Rafael Vergara Toledo, asesinados por la policía uniformada y la CNI, cumpliendo órdenes expresas de su jefe directo el siniestro tirano Pinochet el 29 de marzo de 1985. Les recordamos que ese mismo día de marzo fueron asesinadas seis personas, tres del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y tres del Partido Comunista. Bueno es recordar también que durante el año 1985, fueron 53 jóvenes a los que les quitaron la vida, en una espiral de violencia del régimen militar, que a toda costa quería seguir en el poder.
Queremos contarles que nosotros estamos de pie, a pesar del dolor que nunca se irá de nuestros corazones, y seguimos participando, con un muy bajo perfil debido a las secuelas físicas que hemos sufrido estos últimos años, en lo que son algunas organizaciones del pueblo, pero podemos decir con tranquilidad que hemos enseñado todo lo que hemos visto y oído a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos…que son el pueblo al que pertenecemos.
Respecto del avance jurídico del caso por asesinato calificado de Eduardo y Rafael no es mucho lo que podemos contarles, salvo decirles que el juez Sr. Carlos Gajardo se ha tomado todo el tiempo del mundo (4 años) para dictar sentencia en contra de los asesinos que viven su vida libres y sin sobresaltos, y que nosotros esperamos que esta demora signifique que va a ser una sentencia ejemplarizadora, y tomando las palabras del soberbio Sr. Vidal pedimos que ojalá “los sequen en la cárcel”.
Pero, más allá de esta sentencia, la justicia que a nosotros nos llena de gozo el corazón y que nos ha mantenido vivos y todavía en nuestro sano juicio, es el cariño de todos y cada uno de ustedes que siempre nos han acompañado, que rezan por nosotros, que nos llaman para saber cómo estamos, que nos vienen a ver a nuestro hogar que se ha vuelto a llenar de voces de jóvenes, adultos y niños, de risas y de canto, también de dolor a veces y de discusiones otras veces. Pero es como cuando estaban ellos presentes, un hogar lleno de vida, de utopías, de canciones, de risas y también, como les gustaba a ellos, siempre hay algo para comer y un traguito para tomar… un hogar hermoso…donde no hay soledad…
También nos reconforta el compromiso permanente que muchos jóvenes siguen teniendo ahora y durante todos estos años de seudo democracia que hemos vivido, haciendo un trabajo de hormiga, cansador, desilusionante a veces por la apatía en que está sumergida gran parte del pueblo por deudas, por falta de interés, por flojera mental, por cansancio, por tener horarios de trabajo extenuantes. Un trabajo difícil también para ellos, porque hasta los espacios que antes se ocupaban ahora se están negando, sobre todo poniéndole trabas al trabajo de los jóvenes y niños, en una actitud de pequeños poderes, de estrechez de mente, de falta de una visión política amplia, de miedo… todavía. Pero ellos, los comprometidos, los benditos de este mundo, siguen porfiando y porfiando, tratando de abrir espacios para rescatar a los niños y jóvenes de las garras de la droga y de la delincuencia y eso, para nosotros es la mejor muestra de JUSTICIA que podemos tener. La mejor muestra de que nuestros hijos y todos los caídos no han sido olvidados, y que sus ideales de una sociedad fraterna, de iguales, por la que lucharon hasta dar la vida, continúa en muchas mentes y en muchos esfuerzos cotidianos y anónimos que se hacen en todo Chile con los más pobres de los pobres.
También nos hacen justicia todas las manifestaciones de trabajadores, de jóvenes estudiantes, la lucha de los mapuches, toda la lucha del pequeño resto del pueblo pobre que continúa a pesar de las amenazas del gobierno, a pesar del Estado policial en que vivimos y del “ESTADO DE DERECHO” que es un conjunto de leyes y normas jurídicas que regulan las relaciones entre personas y grupos de la sociedad. Pero, en la práctica, para los pobres significa más represión cada vez que salen a la calle a reclamar sus derechos y para los ricos y poderosos significa protegerles sus intereses.
Amigos y amigas, compañeros y compañeras, los invitamos una vez más a acompañarnos en los actos de conmemoración de Eduardo y Rafael y de todos los caídos en la lucha contra la dictadura y los caídos durante los gobiernos de la Concertación, que ya suman más de 60 personas, en su mayoría jóvenes. Les pedimos que nos acompañen, a pesar de la campaña de terror que ya ha empezado el gobierno en contra de nosotros.
Los actos serán muy hermosos y participarán niños, jóvenes, adultos y viejos y se realizarán aquí en la Villa Francia, en este maravilloso espacio que es reducto de fuerza y de lucha permanente contra el sistema que nos aplasta y nos mata. También saludamos a todos y todas las compañeras y hermanos que en distintos lugares de nuestro país levantan las banderas del Día del Joven Combatiente como propias.
Eduardo, amado soñador de utopías, no estás muerto, estás vivo en nuestros corazones.
Rafael, maravilloso niño rebelde y luchador, no estás muerto, estás vivo en nuestros corazones.
Pablo, nuestro querido Pablo, tu sabiduría nos ha ayudado a sobrevivir, tus padres te admiran y respetan siempre y tu sonrisa franca nos anima a seguir, aunque a veces el cansancio y el dolor superan nuestras fuerzas.
Luisa y Manuel
29 de Marzo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario