Noticia Revista Cosas, 22 de febrero de 2008
LA PATAGONIA, NO
Durante la Unidad Popular, en medio de la nacionalización de numerosas empresas, el grito de guerra fue: LA PAPELERA, NO, perteneciente a la familia Matte y símbolo de la oposición. Hoy, frente al proyecto de construcción de cinco megarepresas en la Patagonia, y 2.300 kilómetros para la red de transmisión hasta Santiago, gente de Chile y de todo el mundo le dice: “No Matte la Patagonia”, una joya para el mundo, patrimonio de la humanidad. La Patagonia, no.
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La expedición al río Pascua, por el lago binacional General O´Higgins--siete días de viaje, desde Coyhaique—era la meta para Aaron Sanger y Aviva Imhoff, ejecutivos de Internacional Rivers. Con ellos fueron dirigentes de la organización e invitaron a periodistas nacionales y extranjeros a conocer a fondo el proyecto Hydroaysen, en principio de Endesa España, quién sumó a la italiana Enel, mientras su socia, la familia Matte, le vendía un 10 por cierto de Colbún a Arauco, de la familia Angellini. Para los ambientalistas: el cuarteto de la muerte. Un crimen premeditado, con alevosía. Electrocutar la Patagonia, su paisaje mundialmente famoso, su gente, sus ríos (sus venas), su vida.
La primera parada fue Cochrane, con su plaza plantada sólo con pino insigne, justo en la región del magnífico bosque siempre verde. Y es que cuando se construía la carretera austral y se instalaban pueblos, Pinochet le dijo al alcalde, un español iletrado: "Póngle pino, pues". Lo hizo al pie de la letra. Difícil encontrar alojamiento porque vienen por cientos los turistas "antes que se hagan las represas".
La campaña que dirige en Chile Aaron Sanger, antiguo conocido por aquella que llevó adelante con CMPC y Arauco, está dirigida contra la instalación de las represas y de la línea de transmisión (Transelec) de 2.300 kilómetros, que atravesaría 6 regiones, 24 comunas, numerosas comunidades mapuche y varios parques nacionales. Vistas las dificultades, algunos, como el senador Antonio Horvath, proponen líneas subterráneas en los terrenos conflictivos. A nadie le gustaría que por sus propiedades pase algunas de las 6 mil torres de alta tensión de entre 50 y 70 metros de alto, una franja de setenta metros de ancho: una cicatriz que no la paga el dinero. Además de las malas vibras. Un proyecto faraónico, lo calificó El País, de España.
Si bien la inversión estimada para Hidroaysen alcanza los 4 mil millones de dólares, los ecologistas tienen también numerosos recursos. Además de los que aporta International Rivers está la NRDC, con un millón 400 mil socios, entre los que destacan Robert Kennedy Jr. y Leonardo di Caprio; la Weeden Foundatio, la Ford, la Goldman, Marine Comunity Fund y numerosas personas anónimas. Voluntarios por doquier: la Patagonia es mundial.
LA PATAGONIA, NO
Durante la Unidad Popular, en medio de la nacionalización de numerosas empresas, el grito de guerra fue: LA PAPELERA, NO, perteneciente a la familia Matte y símbolo de la oposición. Hoy, frente al proyecto de construcción de cinco megarepresas en la Patagonia, y 2.300 kilómetros para la red de transmisión hasta Santiago, gente de Chile y de todo el mundo le dice: “No Matte la Patagonia”, una joya para el mundo, patrimonio de la humanidad. La Patagonia, no.
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La expedición al río Pascua, por el lago binacional General O´Higgins--siete días de viaje, desde Coyhaique—era la meta para Aaron Sanger y Aviva Imhoff, ejecutivos de Internacional Rivers. Con ellos fueron dirigentes de la organización e invitaron a periodistas nacionales y extranjeros a conocer a fondo el proyecto Hydroaysen, en principio de Endesa España, quién sumó a la italiana Enel, mientras su socia, la familia Matte, le vendía un 10 por cierto de Colbún a Arauco, de la familia Angellini. Para los ambientalistas: el cuarteto de la muerte. Un crimen premeditado, con alevosía. Electrocutar la Patagonia, su paisaje mundialmente famoso, su gente, sus ríos (sus venas), su vida.
La primera parada fue Cochrane, con su plaza plantada sólo con pino insigne, justo en la región del magnífico bosque siempre verde. Y es que cuando se construía la carretera austral y se instalaban pueblos, Pinochet le dijo al alcalde, un español iletrado: "Póngle pino, pues". Lo hizo al pie de la letra. Difícil encontrar alojamiento porque vienen por cientos los turistas "antes que se hagan las represas".
La campaña que dirige en Chile Aaron Sanger, antiguo conocido por aquella que llevó adelante con CMPC y Arauco, está dirigida contra la instalación de las represas y de la línea de transmisión (Transelec) de 2.300 kilómetros, que atravesaría 6 regiones, 24 comunas, numerosas comunidades mapuche y varios parques nacionales. Vistas las dificultades, algunos, como el senador Antonio Horvath, proponen líneas subterráneas en los terrenos conflictivos. A nadie le gustaría que por sus propiedades pase algunas de las 6 mil torres de alta tensión de entre 50 y 70 metros de alto, una franja de setenta metros de ancho: una cicatriz que no la paga el dinero. Además de las malas vibras. Un proyecto faraónico, lo calificó El País, de España.
Si bien la inversión estimada para Hidroaysen alcanza los 4 mil millones de dólares, los ecologistas tienen también numerosos recursos. Además de los que aporta International Rivers está la NRDC, con un millón 400 mil socios, entre los que destacan Robert Kennedy Jr. y Leonardo di Caprio; la Weeden Foundatio, la Ford, la Goldman, Marine Comunity Fund y numerosas personas anónimas. Voluntarios por doquier: la Patagonia es mundial.
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