Señor Director: Llama la atención que personas que saben del tema hidroeléctrico, por razones aparentemente ideológicas o comerciales, escojan deliberadamente analizar la temática con una mirada reduccionista, tan estrecha en el espacio como en el tiempo. Entre otras cosas, esto implica hacer caso omiso de las conclusiones de la Comisión Mundial de Represas y de la mirada crítica generalizada que se tiene en el mundo progresista respecto del tema. Si las represas tienen un "impacto reducido" sobre los ecosistemas, como dice Blanlot, ¿por qué entonces el ministro de Energía ha presentado una iniciativa legal para que las empresas eléctricas entreguen compensaciones económicas a los municipios de las comunas más directamente afectadas? Varios alcaldes de Aysén han hecho ver que las compensaciones debieran entregarse a toda la región, porque el impacto de las represas y obras aledañas afectaría a la región entera. Evidentemente, ellos tienen más clara la película, y visualizan los enjambres de caminos y líneas de transmisión y subestaciones que acompañan estos proyectos, que la señora Blanlot escoge no considerar. Finalmente, ¿qué pensarán en Sernatur cuando alguien como la ex directora de la CNE percibe el turismo en la Patagonia como algo marginal y elitista?, cuando, además de ser una industria "sin chimenea", esta actividad productiva sustentable actualmente es el pilar de la economía de muchos países del mundo. Al mismo tiempo, el Gobierno hace esfuerzos denodados por mejorar la imagen-país de Chile, promoviendo su naturaleza que "sorprende siempre" y destacando a la Patagonia como uno de nuestros principales patrimonios naturales. ¿Afirmaría también la señora Blanlot que el impacto de Pangue y Ralco en el Alto Biobío es "reducido’’? Juan Pablo Orrego S. Presidente Ecosistemas |
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