ncreíble: Central Ralco provoca temblor grado 5.
¿Puede una represa inducir un temblor muy fuerte e incluso un terremoto? Según los científicos, es probable. Y algo así ocurrió hace algún tiempo en Ralco, el gigante hidroeléctrico metido en la precordillera de la VIII región sin que Endesa dijera esta boca es mía hasta comienzos de este año. Un temblor que fue censurado.
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POR CRISTIÁN OPASO
El 31 de diciembre de 2006, a las 11:55 horas de la mañana, en las altas cumbres de la cordillera de la Octava Región, se sintió un fuerte temblor de una intensidad no menor de 5.6 grados en la escala Mercalli. Su epicentro estuvo a pocos kilómetros del embalse Ralco, a unos quince kilómetros del muro que contiene las aguas. El sismo, no conocido hasta ahora en la prensa, tiene todas las características para calificar como el tipo de movimiento tectónico inducido por la enorme mole de agua de la polémica represa erigida en el 2003 en la cordillera de la VIII región, en territorio ancestral mapuche-pehuenche.
Los testigos, gente que habita en las cercanías del embalse de 3.40o hectáreas, describen que las casas se movían "como bailando".
El temblor fue completamente ignorado por la prensa. No sólo los colegas no supieron ( »o no atinaron a averiguar posteriormente?); lo han ignorado, al parecer hasta hace un par de meses (es decir por más de dos años) los encargados de evaluar y fiscalizar la gran cantidad de medidas que se exigió a Endesa en la Evaluación de Impacto Ambiental aprobada en 1998: las consultoras "independientes" y la Comisión Nacional del Medio Ambiente, que se supone deben asegurarse que la empresa cumpla con los monitoreos a las medidas tanto ambientales como sociales que se le impuso al gigantesco proyecte hidroeléctrico.
Ni una palabra del temblor del 31 de diciembre de 2006 aparece en los informes de auditoría correspondientes al segundo semestre de 2006 y los de 2007. Recién en marzo de 2009, más de dos años después, se habla públicamente de informes en que la empresa reconocería que el llenado del embalse ha provocado enormes grietas en el camino, que ha llevado a cortar el tránsito y a tener que trasladar a una familia pehuenche.
Pero nada del sismo.
EL TEMBLOR
Los que no pudieron ignorarlo -además de los habitantes del sector- fueron los funcionarios del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, que debido "a la magnitud y somera profundidad" del evento efectuaron una visita a la zona sólo un par de días después, entre el 3 y el 6 de enero de 2007, ocasión en la que instalaron varios equipos científicos adicionales a los que Endesa tendría en la zona.
En el informe preliminar que emitieron con fecha 10 (le enero, los funcionarios Carlos Aranda y Sergio Barrientos relatan las impresiones que tuvieron algunos lugareños respecto al sismo. En el muro del embalse Ralco, ubicado a unos 15 kilómetros del epicentro del sismo, el guardia de seguridad declaró que: "nunca había visto moverse todo de esa manera"; oyó un "fuerte ruido" y que las aguas del embalse se habían agitado.
Los científicos agregaron las declaraciones del dueño de un almacén en Chenqueco, un lugar ubicado todavía más cerca del epicentro. El hombre "se quejó de que nadie había aparecido todavía a registrar los efectos del sismo" y dijo que gran parte de la mercadería se había caído de sus anaqueles, los objetos pesados saltaban violentamente, se habían registrado grietas en el camino y caídas de rocas de gran tamaño y "no se podía estar tranquilo de pie sin sujetarse': Los sismólogos calcularon que la intensidad deducida del sismo en ese lugar había sido de entre VII y VIII grados de Mercalli.Otro testigo habló de araucarias que se movían "como varillas', ruidos de origen desconocido y una gran polvareda. Una mujer de Vilcuncura comentó que su refrigerador se había movido y que se le había abierto la puerta. En el mismo casino del embalse Ralco se registró caída de objetos como una pequeña estatua de madera y carpetas e implementos de cocina.
Carlos Aranda, el autor del informe, no pudo ser ubicado para esta nota. Otro funcionario de la Universidad de Chile sí proporcionó lo que podría ser el informe final de la investigación hecha en enero de 2007. El documento -una página- corrige la intensidad del sismo de 5.7 a 5.6 grados, la profundidad del epicentro de 23,1 a 18,7 kilómetros bajo la superficie y la ubicación del epicentro, que no alcanza a variar un grado de latitud y longitud.
LAS GRIETAS DEL CAMINO
En marzo pasado CONAMA y ENDESA reconocieron que el embalse Ralco estaría teniendo impactos no previstos en la geología del sector, aunque aún se mantiene cual secreto de estado el fuerte temblor de hace un par de años a pocos kilómetros del gigantesco embalse artificial.
La auditoría del proyecto, hoy en manos de la consultora Amic-Cade bajo la supervisión de Conama, menciona un informe entregado por Endesa en mayo de 2008, que da cuenta de un problema no previsto: deslizamientos en el camino Palmucho Chenqueco. El texto -enviado a Conama y mantenido en reserva hasta ahora- dice que en mayo de 2006 "en el kilómetro 10,6 del camino de reposición Palmucho Chenqueco, se originaron varias grietas en la carpeta de rodado".
Endesa había encargado a los técnicos de Ingeniería y Geología de Ingendesa, una subsidiaria, el estudio del extraño fenómeno. Y éstos habían concluido no sólo que el origen de las grietas en el camino estaba en el llenado del embalse, sino que las fisuras estaban aumentando. Y daban una preocupante explicación: "los estudios concluyeron que se produjo la activación de una falla geológica pre-existente en el lugar, la que se desplazó debido a que durante el llenado del embalse se produjo una acción de ascenso y descenso de sus aguas".
No fue lo único. En marzo de 2007, los especialistas "registraron nuevas grietas en mayor número, extensión y profundidad, con ascensos y descensos de la capas de suelo a nivel local, reafirmando la tesis de un desplazamiento paulatino de la masa de tierra ubicada en dirección al embalse".
El informe no señala hasta cuándo ni dónde se seguirá desplazando la grieta en el camino. Y tampoco menciona la acción de volcanes activos, que en las proximidades suman cuatro: Callaqui, Copahue, Tolhuaca y Lonquimay, que rodean a las represas de Ralco y Pangue.
Según el monitoreo de Endesa y la U de Concepción, durante septiembre y octubre del año pasado, el temblor (le fondo se encontraba estable en los cuatro volcanes, aunque el Callaqui manifestaba una alta sismicidad de tipo A de alta frecuencia.
12 jun 2009
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